Tienes derecho a descargar tu pena, pero que no sea una complicación más en tu vida.
O sea, no te será útil transferir los nervios a los que amas, tampoco guardarlos en el cuerpo y que te enfermen.
Puedes permitirte decir cosas en la intimidad. Puedes permitirte el enojo y la bronca.
Acaso comentar con una amistad o bien hablando en un ámbito íntimo, sola, porque poniendo en palabras lo que nos sucede a veces advertimos que es menor al fantasma que nos amenaza
Luego relájate, toca tus brazos y una palma sobre el corazón. Recuerda el amor que recibes y el que has recibido.
Es un tesoro. Aunque pertenezca al pasado
Respira hondo y piensa que aspiras el perfume de la primavera
Todo empieza a verse mejor, Verdad?
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